La Freesia o Fresia es una planta bulbosa que se suele utilizar mucho como flor cortada o como planta de jardín. Abarca casi una veintena de especies y es natural de África pero en nuestro clima florece sin problema.
Su dulce aroma, la facilidad para cultivarlas y el que son muy duraderas las convierte en una buena elección para incluir en nuestro jardín, además, sus flores serán las primeras en adornarlo al llegar la primavera.
Sin embargo, también son unas flores muy utilizadas en las floristerías como flor cortada ya que son el complemento perfecto para muchas composiciones florales por su aroma y belleza. En Quedeflores.com nos gusta mucho incluirlas en nuestros ramos.
Aunque sean de fácil cultivo hay que seguir algunos consejos para su cuidado:
- Conviene situar las fresias al sol porque la temperatura y la intensidad de la luz son la que regulan la floración. Sin embargo, en zonas de clima muy caluroso es más recomendable la semi-sombra.
- Se suelen plantar en otoño y su floración es en primavera. Antes de que florezcan es aconsejable echarles abono para conseguir una floración más vigorosa.
- La tierra debe estar siempre húmeda hasta que la floración haya acabado. Una vez que acabe la época de floración los riegos deben ir disminuyéndose gradualmente. Lo normal es regarla cada dos o tres días cuando brota y florece.
- No es necesario podarla ya que tras la floración la parte aérea de la planta muere.
- Una vez se haya secado la tierra hay que recolectar los bulbos, los dejaremos al aire y después los guardaremos en un lugar seco para plantarlos de nuevo la próxima temporada. Es importante que los separemos por colores ya que sino tienen a mezclarse y coger un color anaranjado.
- Los bulbos debemos plantarlos a una distancia de unos 8 centímetros entre unos y otros y a una profundidad de 5 centímetros. En macetas, sin embargo, la distancia entre ellos puede ser menor.
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