Hacía tiempo que no hablábamos en el blog de Quedeflores.com de los ramos de novias de famosas, pero hoy queremos comentar el de una de las últimas bodas reales que se han celebrado, el ramo de novia de la princesa Magdalena de Suecia en su boda con el británico Chris O’Neill el pasado mes de junio.
Para la ocasión la novia, considerada una de las más bellas de la monarquía europea, escogió un romántico bouquet de rosas. En concreto, el ramo estaba compuesto de rosas de los jardines de Austinros, Schneewittchen y la Catedral de Winchester, así como de alabastro, lirios del valle y mirto tradicional de Sofiero.
Un bouquet muy apropiado para la ceremonia ya que las rosas blancas son símbolo de pureza y de amor eterno.
Un ramo cargado de historia
Pero además, era un ramo con mucha historia, ya que el mirto tiene una gran tradición en las bodas reales suecas. En 1905 la princesa Margarita se casó con Gustavo VI Adolfo de Suecia en el Castillo de Windsor en Inglaterra de donde trajo un arbusto de mirto. El arbusto fue atendido en el Sofiero Palace se coloca siempre una de sus ramas en los ramos de las novias reales o, en su defecto, se coloca desgastado o de alguna manera en el pelo.
Una tradición que se extendió a Dinamarca cuando la princesa Ingrid se caso con el heredero al trono de este país en 1935 y se llevó uno de estos arbustos a su nuevo país.