Esta mañana en nuestra sección “Flores de película” vamos a hablar de un drama en el que el protagonista es el alcohol, es una de las películas en las que el problema del alcoholismo ha sido tratado con mayor seriedad “Días de vino y rosas”.
Este film dirigido por Blake Edwards y que gano el Oscar a la mejor canción en 1963 narra cómo Joe Clay interpretado por Jack Lemmon conoce a Kirsten Anudsen (Lee Remick) y se enamora de ella, poco a poco la va conquistando hasta que consigue casarse con ella. Pasan unos años muy felices pero poco a poco Joe va cayendo en las garras de la bebida a la que acabará arrastrando a Kirsten que era abstemia.
En un momento de la película Kirsten resume muy bien con unos versos lo que es la esencia de la misma “Recoged las rosas mientras podáis, largos no son los días de vino y rosas (…)”. Prácticamente toda la película muestra las borracheras y resacas que se cogen y como cuando están sobrios intentan pensar como escapar de este vicio, un vicio que los está destruyendo.
Finalmente Joe consigue dejar el alcohol con la ayuda de alcohólicos anónimos sin embargo, se siente culpable por haber inducido a Kirsten a beber, un vicio que ella no es capaz de dejar.
Esta obra, la que mejor trata el problema del alcoholismo para unos y bastante lenta para otros, fue trasladada a los teatros españoles por Carmelo Gómez y Silvia Abascal.
Una película en la que una vez más, utilizan las “rosas” para expresar el amor y los buenos momentos que da la vida, los momentos dulces…
No Comments