En la Trastienda de Quedeflores.com hoy queremos hablar de esta planta que por el gran tamaño de sus flores y el aroma que desprende, principalmente por la noche, se convierte una de las flores más utilizadas para hacer ramos cultivándose en muchas ocasiones para flor cortada.
Si nos regalan un ramo de Liliums para intentar que duren lo máximo posible debemos ponerlos en un jarrón en cuanto podamos recortando un centímetro aproximadamente la base del tallo. En el agua echaremos un conservante para flores e intentaremos cambiársela todos los días o con la mayor frecuencia posible. Siempre que le cambiemos el agua es recomendable echar de nuevo el conservante. También es muy importante situar el jarrón en un lugar donde reciba bastante luz del sol para mantener el colorido de sus flores y su frescor.
En el caso de que tengamos la Azucena plantada en una maceta, cuando se hayan marchitado las flores se puede cortar el tallo justo por las primeras hojas bajo las flores e ir reduciendo poco a poco los riegos en las semanas siguientes hasta dejar secar la planta. Cuando esté seca podemos desenterrar los bulbos, limpiarlos y guardarlos en un lugar oscuro y seco hasta principios de otoño o primavera para volver a plantarlos. Al plantarlos debemos enterrarlos unos 10 centímetros y tener en cuenta que por debajo debemos dejar siempre unos 20 centímetros para que puedan crecer bien sus raíces.
En el jardín, es recomendable plantar los Liliums cerca de un árbol para que les de sombra y mantenga su tierra fresca. Estas plantas pueden alcanzar una altura de hasta un metro, por ello, si están plantadas en una zona de viento puede ser recomendable entutorar sus tallos para evitar que se rompan.
Cuando llegue el momento del letargo perderá sus hojas y parecerá que desaparece del jardín pero nada más lejos de la realidad, en el próximo otoño o primavera (según especie) volverá a brotar. Eso sí, es recomendable trasplantar los bulbos cada 3 ó 4 años.