La deseada flor del Azafrán

Hace tiempo que en Quedeflores.com teníamos ganas de dedicarle un post a la Crocus Sativus flor de la que se extrae el azafrán que tanto se usa en la cocina. Esta flor pertenece a la familia de las Iridáceas y se cree que fue cultivado originariamente en Cilicia, sur de Turquía, en una localidad llamada Corycus, de ahí le vendría el nombre a la planta.

El azafrán es una planta herbácea, bulbosa y perenne que puede alcanzar entre los 10 y 25 centímetros de altura. Las hojas y las flores suelen nacer al mismo tiempo, a principios de otoños normalmente y su floración dura unos 20 días.

La planta consta de 2 o 3 tallos y en cada uno de ellos puede tener entre 1 y 3 flores. La flor de color violeta tiene unos 6 pétalos, en el centro nacen los 3 estigmas de color amarillo rojizo o anaranjado y de 3 o 4 centímetros de largo, aunque una vez desecados quedan reducidos a 2 centímetros. Este estigma seco posee una intensa fragancia y es lo que se conoce realmente como el azafrán.

Su alto valor económico hace que se le conozca como “oro rojo” y es que se necesitan 250.000 flores para lograr un kilogramo de azafrán puro.

 

Su cultivo

A España llegó a mediados del siglo X, probablemente de mano de los árabes. Su consumo fue aumentando rápidamente durante la Edad Media y antiguamente su comercio corría a cargo de los mercaderes de las ciudades medievales.

Hoy el azafrán se cultiva en todo el Oriente, de hecho, España es el segundo país productor de azafrán en el mundo y dispone de una denominación de origen protegida para el que se cultiva en Castilla.

Aunque no tiene mucho valor ornamental ni como flor cortada, en nuestro país es muy apreciada, principalmente en la cocina donde la usamos en pequeñas cantidades para dar sabor o color a muchos platos como la paella o los pinchos morunos.

Una flor de gran belleza, pero también de gran sabor lo que la hace muy deseada.

¿Has visto alguna vez un azafrán silvestre?

 

 

Fotografía: Manuel Martín Vicente, Su Burning,