Conocida en Costa Rica y El Salvador como la Lotería, fue introducida en Europa a finales del S. XIX proveniente de las selvas vírgenes de América Central y América del Sur.
La Dieffenbachia puede llegar a alcanzar desde 60 hasta 200 cm dependiendo de la especie, pero lo que más llaman la atención son sus vistosas hojas, grandes y brillantes en las que se alternan el color verde y el blanco. No suele tener flores pero cuando las tiene son de color verde, delgadas y poco llamativas. Su época de floración es el verano.
Pero ¿qué cuidados se le deben de dar a esta bella planta?
Luz: Debe de estar situada en lugares muy iluminados pero sin la luz directa del sol. Además, debe estar alejada de focos directos de calor como pueden ser las calefacciones.
Temperatura: Es una planta que soporta muy mal las variaciones de temperatura, principalmente hacia el frio. En temperaturas inferiores a 12º resiste muy poco y empieza a perder sus hojas inferiores. Lo ideal es mantenerla entre 20º ó 30º.
Agua: Es una planta que necesita mucha agua y humedad, si el ambiente es seco hay que regarla a diario y también es conveniente pulverizarla. Eso sí, no es recomendable que el agua esté fría. Lo ideal es no dejar secar la tierra pero sin inundarla ya que esto haría que se cayeran las hojas inferiores y se pudra el tallo.
Abono: Durante la época de crecimiento lo ideal es echárselo cada 15 días más o menos diluido en el agua del riego.
Trasplante: Cada dos o tres años, en primavera, es recomendable trasplantarla a una maceta un poco mayor para que pueda seguir creciendo.
Estos son algunos de los consejos que desde Quedeflores.com queremos dar para que la Dieffenbachia crezca sana y muestre todo el esplendor de sus hojas.
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