Por desgracia, hoy por hoy todos tenemos muy claro lo que es una burbuja especulativa, pero quizá uno de los ejemplos más citados a la hora de explicar en qué consisten es un episodio que tuvo lugar en Holanda en el siglo XVII, quizá porque el objeto de especulación era uno de los más curiosos, los tulipanes.
Los tulipanes llegaron a Europa Occidental a finales del siglo XVI, en un principio era una planta muy poco atractiva, pero tras sufrir una mutación genética se convirtió empezaron a surgir nuevos colores y nuevas formas lo que provocó un gran interés por ellos.
La buena situación económica que vivía Holanda en ese momento derivada de su actividad económica hizo el resto, y a principios del siglo XVII los bulbos de tulipán pasaron a convertirse en piezas de coleccionista.
En la década de 1630, el panorama se volvió enloquecido, con un mercado de los tulipanes cada vez más activo. Los precios ascendían sin parar, en 1635 se llegaron a pagar 100.000 florines por 40 bulbos, y por un bulbo de la preciada especie Semper Augustus, se podían pedir 5.500 florines, una locura.
En todo el país se generó la ilusión de que siempre se ganaba en el mercado del tulipán, daba igual lo que pagaras que siempre habría alguien dispuesto a pagar más, pero esto no fue así. A finales de la década, algunos especuladores empezaron a notar signos de agotamiento del mercado de tulipán y empezaron a vender sus posesiones…esta actitud se fue contagiando rápidamente y el pánico se apoderó del país.
Esta situación hizo imprescindible que el Gobierno tomara cartas en el asunto, sin embargo, como en la mayoría de los casos, su solución no dejo satisfecho a nadie. Anularon contratos y con respecto a los contratos a futuros, los compradores tenían que pagar un 10% de lo que habían acordado, es decir, tenían que pagar por algo que no tenía valor y los vendedores tenían que vender por mucho menos de lo que habían acordado…¿quién iba a estar satisfecho?
Al final, como en todas las burbujas ganaron los que se salieron del mercado justo antes de la explosión y perdieron todos los que se quedaron con tulipanes y sin pertenencias…pero sobre todo perdió el país, que durante años estuvo sumido en una fuerte crisis económica.
Hoy en día Holanda es el país de los tulipanes, de una flor considerada muy bella por gran parte de la población, algo que no es de extrañar ya que no cualquier flor es capaz de generar una auténtica burbuja especulativa.
No Comments