Como cuidar tu flor de Pascua

En estas fechas es raro el hogar en el que no hay una flor de Pascua, es la planta estrella de las Navidades por su tradición, su colorido y su significado, por algo se la conoce también como “Estrella de Navidad”.

En Quedeflores.com ponemos a vuestra disposición tres composiciones perfectas tanto para regalar como para decorar tu casa en estas fechas: La planta sola, la planta en una cesta o una gran cesta con cuatro macetas de Poinsettia.

Para que vuestra flor de Pascua luzca perfecta el máximo tiempo posible, aquí os traemos algunos consejos de cuidado ya que es una planta un poco delicada:

-Hay que darle un riego correcto. Si se encharca demasiado es probable que se pudra, y una escasez de humedad hace que termine secándose. Lo ideal, es crear un ambiente húmedo, algo que se puede hacer perfectamente colocando un humidificador o un cuenco con agua sobre una estufa para que se evapore. La principal causa de muerte de estas plantas es un mal riego, por ello, es conveniente hacer riegos habituales pero escasos y dejar secar el terreno entre uno y otro

-Hay que colocarla en un lugar luminoso y cálido, la temperatura ideal es entorno a los 20º Centígrados. No hay problema con que le dé el sol directo en otoño, invierno y primavera, pero en verano, debemos protegerla.

– No soporta los cambios de temperatura y las corrientes de aire.

– Por la noche no debemos dejarla a la intemperie ya que no soporta el frío.

– Irá perdiendo el rojo de sus hojas, para recuperar este color debe de darle el sol a diario durante unas 8 semanas pero sin imponerle cambios bruscos de temperatura.

 

Nuestro compañero Javier Mariñosa nos lo explica perfectamente en este vídeo

Como habéis visto, en el vídeo también os mostramos las diferentes flores de Pascua que podéis encontrar en Quedeflores.com, a esos precios habría que sumarle los 10 euros de gastos de envío que actualmente incluimos en el precio.

 

Un último consejo, si vemos que la planta se pone negruzca lo conveniente es dejar de regarla, podar la parte que esté dañada y retirarla a un lugar sombrío hasta la próxima temporada en la que volverá a brotar.